En el Matrimonio.
Con 26 anos de casada puedo asegurar eso: estuve 16 anos en un matrimonio que divagaba, perecÃa, sin ninguna base bÃblica, Dios no estaba por ningún lado, todo era a nuestro propio criterio, y casi fracasamos totalmente, porque creo que lo estuvimos, pero sin la mayor expresión que es el divorcio, pero la misericordia del Señor nos ha permitido ahora, ser un matrimonio fundado en la Roca, restaurado, fortalecido por el Señor, por su palabra en nuestras vidas, no somos dos , es el Señor y nosotros, como dice su palabra, cordón de tres hilos no se rompe fácilmente (Proverbios 4:12).
Asà que es bueno, perfecto tener al Señor en nuestras vidas, porque el nos va a dirigir en todo sentido, porque el es el esposo de todos nosotros su iglesia, el sabe como comportarse, como amar, como dar, como sacrificarse, como despojarse, como renunciar, como sujetarse, como hablar, como llegar a la meta, perseverar, sufrir, el nos enseña benevolencia, paz, fidelidad, seguridad en el, caminar mirando no lo que esta en frente de nuestras vidas, nunca los casados acompañados de Cristo, miraran los obstáculos como una pared que no se puede caer, NO, al contrario sabrán que confiando, esperando y alabando al Señor, caen los muros, como cayeron los muros de Jericó, porque obra sobre-naturalmente, todo que sea imposible, el lo hace posible, derrotara al mas acérrimo enemigo que se presente, como la frialdad, el desamor, el desanimo, en el matrimonio, todo lo que venga tendrá solución, pero solamente en el, solamente en Cristo.
Es la verdad, por eso hoy quiero compartir un poquito de esta preciosa palabra del Señor y aplicarla a nuestras vidas.
"Asà que entendà que todo tiene su tiempo, Hay tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar." Eclesiastés 3:5b
Sabes comúnmente en el matrimonio cuando surgen problemas y conflictos, ambos se separan, es como un idioma que el cuerpo lo reconoce y esta a flor de piel (nuestra carne), cualquier pequeño enojo rompe con este precioso tiempo de abrazarse uno a otro, y no queda allà cada uno duerme en camas separadas, y no se hablan, pasan dÃas y el enojo va en crecimiento, porque el control ya no lo tiene ninguno de los dos, ahora esta una potestad que no va a querer salir, hasta llegar a la destrucción, porque por que dimos lugar al enemigo de entrar a hurtar, matar, y destruir (Juan 10:10).
Vamos a cerrar esa puerta hoy, renunciando al enojo, la ira, en nuestras vidas, no esperando que el otro lo haga, sino cada uno haciendolo. Si estas pasando un tiempo en el que estas separado de tu amor, tu esposo, tu esposa, considera que los dÃas no son buenos, y que entre mas separación, mayor destrucción. Para y regresa a pedir perdón, a abrazar a tu amado a tu amada, abrazalo(a). En tiempos de conflictos es donde mas nos debemos acercar, abrazar, sostener a nuestro conyuge con nuestros brazos, si y porque no decirle, no pasa nada amor... que tiempo mas hermoso.
Mira lo que dice la palabra del Señor:
"No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocupados sosegadamente en la oración; y volved a juntarse en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia." - 1 Corintios 7:5
En el matrimonio el único tiempo de negarse el uno al otro, es para estar con nuestro amado Senor, en tiempo de que cada uno busca una intimidad personal junto a aquel que nos ha dado de su EspÃritu Santo para ser nuestro maestro, nuestro consolador, para dirigirnos, para darnos a conocer la voluntad de nuestro Dios en nuestras vidas, para momento de adorarle, sabes esto fortalece grandemente nuestras vidas. Después de este tiempo, vuelve a ser uno con tu esposo(a) entonces hemos vencido a
Satanás nada tendrá que ver en nuestras vidas, no damos lugar a que ninguna de sus maldades entren en nuestros corazones, estamos fortalecidos, por la oración, la palabra y la obediencia.
Ninguno busque su propio bien sino el del otro. 1Corintios 10:24