Senor tengo sed de Ti

1:Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, A si clama mi alma por ti, oh Dios, el alma mia. 2: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; Cuando vendre y me presentare delante de Dios?


 El Rey David, sediento del Dios vivo, sediento del Todo Poderoso, se compara con un ciervo, un  animal que era elogiado por su agilidad, en una ocasion, David daba gracias a Dios  por que le habia librado de sus enemigos y de la mano de Saul.

Con un cantico de liberacion  decia: Dios es el que me cine de fuerza, y quien despeja mi camino; quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas. 2 Samuel 22:33-34.



Se que todos nosotros, como el cuerpo que somos del Senor Jesucristo, estamos siempre con esa sed, con ese anhelo que tenia David, de clamar a gran voz, de correr, correr, y correr hacia nuestra fuente de vida, pero muchas veces no podemos ser como un ciervo  que despues de correr tiene sed y brama por esas corrientes de agua, y agilmente las busca, pues nuestras fuerzas se han agotado, si, agotado en el afan de esta vida, trabajo, compromisos que te llevan al desanimo, y que solamente nos hacen sentir un gran cansancio, que nos aparta de tener sed espiritual!!!

No nos olvidemos que una vez  fuimos habiles, delante del Senor, cuando le deciamos: Sacame de esta prueba, sacame de esta situacion, y entonces corriamos, de dia y de noche, y a toda hora a postrarnos, para  tener victoria.

Necesitamos estar vivos delante de Dios, vivos y no muertos espiritualmente, vamos a la presencia, vamos a los rios de agua viva, corramos como ciervos que braman por las corrientes de las aguas, corre, corre , vamos, afirmemos nuestros pies en las alturas........Y alli clamemos  MI ALMA TIENE SED DE TI MI SENOR
 A si que en esta hora Senor, no dejare que nada disminuya mi busqueda continua de tu presencia, siempre estare ansioso (a) de presentarme delante de ti, te entrego mi vida, no andare triste por causa de ninguna opresion, porque tu eres mi Dios, porque tu te agradastes de mi, me distes libertad, sanidad, restaurastes mi vida, y ciertamente mi alma te necesita Senor. Gracias Padre amado, en el nombre de Jesus, declaramos tu gracia y favor sobre tu pueblo. Amen.